lunes, 4 de enero de 2010

Dadivosa


La hierba verde crece agradecida

Del agua que la vivifica

Del padre sol, el alto, el mayor.


Hermana agua, hermana luz

Humedad tibia que alimenta,

Que sacia la sed del ser subterráneo.


Mis hermanos hombres

Que moran tu brazo

Te cuidan y devuelven tu gracia.


Arrullo y arroyo

Juntos se van, se vuelven canto libre,

De paz.


Madre tierra y dadivosa,

Dulces ríos, blanca nieve

Elevando tu canto profundo vives

Hoy y siempre entre los tuyos

Tierra mía, tierra tuya.


Oh, viento cordillerano

Haces bailar las hojas desdeñadas

Las levantas con tu manto frío de lo alto.


Mallín que vive, tierra fértil y eterna,

Ladrido de la tarde,

Mordedura feroz es el viento apabullante.


DADIVOSA, Poema de Nicolás Michel, 2009
Imagen adjunta, también es propiedad del Nico