El hombre y la búsqueda hacia las libertades

Abre el imponente camino

Abre el norte y el sur

Unidos los hilos

No miras destinos

Porque se expande el sentido

Se cae la tapia y el cerco

Corre el río de las posibilidades

Mueves las hojas de tus ideales

Tienes las llaves de los ojos vecinos.

Siguiendo el sendero amplio

No hay caras, hay corazón

No hay envase, hay razón

Los años instruyen al pie

Se oye lejos el murmullo opresor

Soltaron gigantes, no vemos temor.

El disparo se guarda en la suela

Que el pavimento olvide su voz

Crucemos la vida con luces de sol

Que vuele el alma sin nudos ni muelas.

EL HOMBRE Y LA BÚSQUEDA HACIA LAS LIBERTADES, Poema de Nicolás Michel, 2010
Imagen adjunta, también es propiedad del Nico

Ola Valiente

Escucho una canción que pide pan

descubro y miro bien pa'trás

que si salgo y no me visto

muero de hambre, mejor alisto.

Alimento al camino, abrigo al amigo

demos luz como sol de día domingo

muestra el puño, asusta al enemigo

dejarlo afuera, que huya de corrido.

Uy si el sismo los trae de vuelta

junten fuerza pa'espantarlos como moscas

que dejen el merodeo de la noche

cuiden el disparo, no hagan boche.

En el mar la ola hizo la suya

las banderas, los juguetes, playas mudas,

corriendo al cerro que viene el abismo

trae frazadas que nos quedamos aquí mismo.

Llevemos sacos y abrazos pa'l frío

si me quedo me hundo en lo mío

demos el brazo, que más si dejo lazos

viaja el alma en pena, llega como pegazo.

No hallo culpables, busco raíces de gente

llega el viaje, lleva lupa, muestra el lente

quita el velo de doliente, hinca el diente

muestra el centro, sé valiente.

OLA VALIENTE, Poema de Nicolás Michel, 2010
Imagen adjunta, también es propiedad del Nico

Dadivosa

La hierba verde crece agradecida

Del agua que la vivifica

Del padre sol, el alto, el mayor.

Hermana agua, hermana luz

Humedad tibia que alimenta,

Que sacia la sed del ser subterráneo.

Mis hermanos hombres

Que moran tu brazo

Te cuidan y devuelven tu gracia.

Arrullo y arroyo

Juntos se van, se vuelven canto libre,

De paz.

Madre tierra y dadivosa,

Dulces ríos, blanca nieve

Elevando tu canto profundo vives

Hoy y siempre entre los tuyos

Tierra mía, tierra tuya.

Oh, viento cordillerano

Haces bailar las hojas desdeñadas

Las levantas con tu manto frío de lo alto.

Mallín que vive, tierra fértil y eterna,

Ladrido de la tarde,

Mordedura feroz es el viento apabullante.

DADIVOSA, Poema de Nicolás Michel, 2009
Imagen adjunta, también es propiedad del Nico