La hierba verde crece agradecida
Del agua que la vivifica
Del padre sol, el alto, el mayor.
Hermana agua, hermana luz
Humedad tibia que alimenta,
Que sacia la sed del ser subterráneo.
Mis hermanos hombres
Que moran tu brazo
Te cuidan y devuelven tu gracia.
Arrullo y arroyo
Juntos se van, se vuelven canto libre,
De paz.
Madre tierra y dadivosa,
Dulces ríos, blanca nieve
Elevando tu canto profundo vives
Hoy y siempre entre los tuyos
Tierra mía, tierra tuya.
Oh, viento cordillerano
Haces bailar las hojas desdeñadas
Las levantas con tu manto frío de lo alto.
Mallín que vive, tierra fértil y eterna,
Ladrido de la tarde,
Mordedura feroz es el viento apabullante.
DADIVOSA, Poema de Nicolás Michel, 2009
Imagen adjunta, también es propiedad del Nico